¡Hola amigos! Un martes más aquí estamos para contar nuestra aventura en el Centro de Día Don Bosco. Hoy no ha sido uno de los mejores días, pero en algún momento tenía que ocurrir esto. No somos perfectas ni lo pretendemos ser.
No hemos podido conseguir ninguno de los dos objetivos que nos habíamos propuesto para la sesión de hoy porque no han parada de hablar, molestar, meterse los unos con los otros, interrumpir, etc. Por ello, la sesión de hoy ha terminado siendo una sesión en la que hemos reflexionado sobre cómo nos sentimos cuando nadie nos escucha, cuando se hacen las cosas con amor y con ilusión y no se siente que la otra parte ponga de su parte.
La verdad es que ha sido muy productiva porque los chavales se han dado cuenta de que lo han hecho mal y los últimos 10 minutos se han portado de 10. Creo que si mantienen esta actitud conseguiremos hacer un teatro muy especial y enriquecedor tanto para ellos como para nosotras y para los espectadoras.
Siento si no estoy siendo muy detallada a la hora de describir lo que ha pasado, pero hay días que las personas estamos más chof que otras y no nos salen las palabras. Lo siento de verdad.
Espero la semana que viene estar cargada de energías y poder contaros al detalle todo.
¡Hasta la semana que viene!
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