Buenas noches amigos!! Un martes más os vamos a contar cómo ha ido nuestro taller con los chavales del Centro de Día Don Bosco. Hoy ha sido un día diferente, un día cargado de sentimientos, porque los voluntarios no dejamos de ser personas normales y corrientes, a las que les puede afectar las situaciones que viven en su día a día.
El taller ha comenzado con la entrega de varias felicitaciones de cumpleaños de los chavales para mí, ya que el martes pasado cumplí 25 años y mis compañeras les animaron a que me las escribieran. Fue un detalle muy bonito por parte de todos. Los mensajes escritos me han llegado a mi corazoncito. ¡Millones de gracias por dejarme entrar en vuestras vidas!
Después me han contado que hicieron el martes pasado, que yo no pude estar y hemos comenzado con la sesión que teníamos preparada. En primer lugar hemos hablado de situaciones que nos han hecho daño en nuestra vida, que han hecho que nos doliera el corazón. Cada uno ha contado una situación y uno de los chavales nos ha contado un suceso que había ocurrido esta misma semana y que nos ha dejado sin palabras, con las lágrimas en los ojos y con ganas de chillarle al mundo ¡Qué injusta es la vida! y ¿Qué se está haciendo para que no hayan estas situaciones?
Llevo 5 años yendo una tarde a la semana y he visto muchas situaciones, pero aún así, hay veces que llegan al fondo de mi corazón y hacen que me sienta impotente y que me cuestione por qué algunas personas tienen más suerte que otras. Hacen que llegues a tu casa y que rompas a llorar por la dureza de las vivencias de los chavales.
El siguiente paso ha sido representar alguna de ellas sin utilizar la voz. Lo han hecho muy bien, aunque aún se les notaba con vergüenza. Hemos hecho lo mismo con las situaciones que nos hacen felices. Esta fase ha estado cargada de risas y de un clima cercano que nos ha ayudado a conocernos un poco más. Finalmente las hemos representado como las situaciones de dolor.
Por último les hemos explicado nuestra propuesta de teatro, cuya finalidad es transformar las situaciones negativas en positivas. Les ha gustado mucho y están muy motivados en preparar y representar una obra de teatro. Esto hace que nosotras nos contagiemos de su entusiasmo y tengamos aún más ganas de seguir adelante con este proyecto.
Solo me queda decir que poco a poco, creando un clima de confianza, los chavales nos están dejando entrar en su corazón y están mostrando sus sentimientos más abiertamente. Esto tiene un peligro muy grande, debemos ir con mucho cuidado para no hacerles daño y para no hacernos daño a nosotras mismas. A pesar de este peligro, pensamos que puede ser una experiencia muy enriquecedora para todos y cada uno de los que participamos de alguna manera en ella. Hemos puesto toda nuestra ilusión y cariño en ella y con nuestro esfuerzo y unión seguiremos luchando para que siga saliendo adelante.
¡Hasta la semana que viene!
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