El día de hoy se ha pasado demasiado rápido, no es justo que lo bueno siempre se acabe tan pronto. Ha sido un día muy especial porque me he despedido de los padres de mis niños. Ahora os contaré todo bien. La verdad es que con las prácticas no sólo evolucionas como docente, sino también como persona.
A primera y segunda hora he estado en el aula de 1º de Primaria, mientras la mayoría de alumnos terminaba su actividad navideña de Inglés, yo he estado con los otros que no habían terminado su postal navideña, la cual, al final, no os la voy a enseñar porque va a ser una sorpresa para mi familia. Nos hemos pasado dos sesiones pintando, recortando, pegando, haciendo cálculo mental, repasando las horas y, por último, ensayando el villancico. Se nota que ya no tenemos ganas de nada.
A tercera hora, como el alumno con Síndrome de Asperger se ha quedado en Inglés, me he ido a despedir de la orientadora y a darle las gracias por sus consejos, su cariño, su amabilidad y por todo lo que me ha enseñado. Después he estado hablando con mi tutora de P.T. sobre el cuestionario de evaluación, ya que tenía dudas en algunos aspectos.
Después del patio, cómo el niño de 4 años estaba ensayando el villancico, me he subido con la tutora de 1º a preparar los premios a las mejores conductas de esta tarde. Menuda sorpresa les hemos preparado. Y hasta que se ha hecho la hora de comer, he estado haciendo una felicitación de cumpleaños para mi hermana. Espero que le guste.
Por la tarde he estado en el aula de 1º de Primaria, allí han estado haciendo un dibujo para mi, además de escribirme algún que otro mensajito mientras escuchábamos villancicos. Hemos repartido los deberes, hemos hecho el recuento de la puntuación y a los que han tenido 8 les hemos dado un caramelo, a los que tenían 9, una gominola en forma de pulpo y a los que tenían 10 una figura navideña de chocolate. ¡Les ha encantado! Y, por último, les hemos dado un bolígrafo de varios colores a los dos niños que siempre se han mantenido en 10 y un calendario al alumno que más a mejorado. Le ha hecho mucha ilusión y yo creo que poco a poco seguirá mejorando porque se ha dado cuenta de que haciendo las cosas bien se consiguen cosas buenas.
Y cuando ha llegado la hora de irse a casa, han subido los padres a recoger las notas. Todos han quedado muy satisfechos y cuando estaban todos en la clase me he despedido de ellos. Les he dado las gracias por su apoyo y su cariño entre lágrimas porque me he emocionado mucho. Son unas familias encantadoras y siempre las recordaré. El lunes hemos quedado en despedirnos. Aunque me he despedido de los dos niños que no van a venir el lunes. ¡QUÉ GRAN CLASE!
Y con este me despido hasta el lunes, día en el que escribiré mi última entrada hasta el año que viene (aunque tendré que cambiar el nombre a futura pedagoga).
¡Buen fin de semana!
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