Salí de mi casa hecha un manojo de nervios y terminé volviendo muy contenta. ¡El día ha salido muy bien!
Desde el primer momento que he entrado por la puerta del colegio he percibido un ámbiente muy cálido y amigable donde todos los trabajadores del centro se saludaban y se felicitaban el año con mucho afecto. Al instante me invitaron a entrar en la sala de profesores y después de un rato saludando a un montón de personas, la directora me acompañó hasta el aula que me había asignado.
Fue un paseo en el que la directora me estuvo contando que iba estar en el aula de de 4 años de castellano y que la maestra-tutora de ese aula de manera inesperada ha tenido que coger la baja y que hasta que asignen una sustituta iba a estar con la maestra de apoyo, que iba a representar el rol de maestra-tutora hasta que venga la maestra que va a hacer la sustitución.
Cuando he llegado al aula estaban colgando sus abrigos en las perchas (se encuentran fuera del aula al lado de la puerta), les he ayudado y he entrado en el aula en el que voy a estar durante estas cinco semanas. Era muy amplia, con mucha luz natural, las mesas estaban dispuestas por grupos y todo estaba lleno de jueguetes cuentos y de dibujos y murales hechos por los propios alumnos. Me ha gusta el aula.
La metodología que siguen es la de fichas combinada con algún que otro proyecto propuesto por la editorial con la que trabajan (me han contado que los padres colaboran con mucho gusto en las actividades propuestas).
El día de hoy ha comenzado con la asamblea en la que el alumno al que le tocaba, ha pasado lista, ha puesto la fecha, el tiempo que hacía...
Después los niños han estado contando que les han traído los Reyes Magos y lo han dibujado. Me he llevado una sorpresa porque no sabía que niños de 4 años ya eran capaces de escribir a parte de su nombre el título de la ficha.
Y por fín ha llegado la hora tan ansiada por los niños de salir al patio a jugar, sobretodo en un arenero que hay que me han dicho que les vuelve loco. El recreo ha durado 45 minutos. Cuando ha acabado una parte de la clase se ha ido a la clase de Religión y la otra se ha quedado en clase donde hemos estado leyendo un cuento.
Y en nada ha llegado la hora de ponernos los abrigos de nuevo y de ir o a casa o al comedor a comer para coger fuerzas para la tarde.
La tarde la hemos comenzado con un rato de relajación y hemos estado la tarde haciendo una ficha de la letra U. Ha sido una tarde muy divertida donde los niños se acercaban a mí para que les borrara lo que les había salido mal (ellos todavía no utilizan la goma), para que les ayudara o para que les dijera si estaba bien lo que habían hecho.
He conectado enseguida con los niños, son encantadores aunque son un poco trastos.
Dentro del alumnado de la clase he podido encontrar alumnos de diferentes culturas y con diferentes características que conviven en armonía sin que haya ningún alumno excluido por dichas diferencias.
Y hasta aquí mi primer día, mañana más y mejor
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