Hoy ha sido un día cargado de cosas para contaros. He vivido muchas situaciones diferentes pero de las cuales he aprendido. Me he encargado de una clase cuando hemos ido a la celebración, he explicado el kilogramo a los alumnos y después en Música he vivido un episodio fuerte con un alumno que me ha ayudado a darme cuenta de qué tipo de maestra no quiero ser.
Como la maestra de una clase de primero tenía que encargarse de una parte de la celebración, me han pedido que me ocupara de su clase. He llegado a la clase y lo primero que me he encontrado es con un alumno que me ha dicho "eres muy guapa". La verdad es que el rato que he estado con los alumnos en clase se han portado bastante bien, Después hemos hecho una fila y nos hemos ido en dirección al teatro. Allí, estando ya los alumnos sentados, he estado pendiente de que los niños se portaran de la manera adecuada. Cuando ha acabado hemos vuelto a clase de la misma manera que habíamos ido hasta el teatro.
Los alumnos de segundo a los que doy Religión cuando me han visto en el teatro me han llamado y han levantado los brazos enseñando las pulseras que les regalé el día anterior. Yo como contestación me he remangado y les he enseñado mi pulsera.
Al principio estaba muy nerviosa porque no sabía ni donde estaba el teatro, ni en que parte nos teníamos que poner y estaba un poco desubicada. Por lo demás creo que he sido capaz de conectar con los alumnos. Creo que estoy relativamente preparada para poder volar por libre, es decir, que creo que sería capaz de ser la responsable de una clase.
Por otro lado la celebración ha sido preciosa y adaptada en todo momento a los alumnos de Primaria. Me ha gustado mucho la celebración. El sacerdote ha hecho participar al alumnado y eso ha hecho que fuera un ambiente de fiesta de verdad, de celebrar que estamos en la casa de Dios. Las canciones que ha cantado el coro formado por los alumnos han sido muy adaptadas a los tiempos que corren e invitan a participar.
Después del patio los alumnos han hecho un control y les he explicado el kilogramo como unidad de peso. Para que lo entendieran les he estado poniendo diferentes ejemplos y después los han puesto ellos mismos. Creo que cada día me va resultando más fácil explicar el temario a los alumnos.
Y por último en Música uno de los alumnos se ha tomado a mal un comentario y en un momento lo he sacado fuera de la clase porque estaba apunto de llorar. Me ha contado lo que le pasaba e intentado buscarle alguna solución. Se lo he dicho a la tutora y la tutora me ha dicho que ella no puede hacer nada, que si hace las cosas bien y si no también. En mi opinión creo que los maestros estamos para ayudar a los alumnos en su proceso de aprendizaje y no darse por vencido ya que si no le ayudamos a mejorar ¿cómo va a conseguir progresar?

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